Los Desvanes

Un curioso ejercicio para la gente desocupada como yo, o que dispone de tiempo libre, es pararse en una esquina y escuchar lo que la gente va diciendo por la calle cuando pasa al lado de uno. La cosa todavía se pone más interesante cuando dejas pasar un par de semanas y relees lo que decían (porque sí, lo apunté en una libreta).





- Hablando por el móvil: Mira Borja, llega un punto en el que ya no...


- ¿Que yo te doy a ti disgustos?...


- Cuidado no se rompa...


- Para hoy, me queda para hoy...


- Ahí el pelo es lo mismo...


- Hablando por el móvil: ¿Pero ha sido buscado o...?


- ¿Sabe dónde hay una Caja Mediterráneo?

¿Una... ?
Una caja, Caja Mediterráneo
No, pero debe estar cerca porque por aquí están todos los bancos


- Pues se lo pido entonces a Sonia...


- Tú tienes que trabajar el lunes porque le has cambiado el turno a Dani...


- Pues no le va a quedar más remedio que hacer obra...


- Yo sé que tú siempre...


- Nos hemos encontrado a Ernesto Sevilla (actor famoso por el genial programa La hora chanante)
¿Y?
Nada, lo conocía de Buenafuente (cómico español con un programa en la televisión)...


- Pues tiene que sumar 23...


- Je, je, je... qué mala gente sois...


- Con eso del semen y no sé qué...


- Dice que tiene mucho trabajo, pero....


- Ese es el que salió hace poco en el periódico que leímos allí...


- Claro, es que solo con 16...


- Eso está en la calle de Bailén - Mayor...

La verdad es que en más de una ocasión me dieron ganas de salir andando detrás de alguna de las conversaciones (ojo, de las conversaciones que no de las personas), pero entonces mi mini experimento no se hubiese completado.

Lo hice en la Plaza del Callao esquina con la Calle Preciados, en Madrid. Helado, boli y libreta en mano ese fue el resultado. Creo que con más de uno de los retazos de las conversaciones podría empezarse un relato interesante.